

Está provocada por movimientos repetitivos en los que se realiza la extensión de la muñeca y la supinación del antebrazo, lo cual ocasiona una tendinitis que afecta a los tendones de los músculos que se insertan en el epicóndilo: músculo extensor radial corto del carpo, músculo extensor común de los dedos, meñique, músculo y músculo supinador corto. Cuando se usan estos músculos una y otra vez, se producen pequeñas microlesiones en el tendón. Con el tiempo esto lleva a que se presente irritación y dolor en la zona señalada anteriormente. Cualquier actividad que involucre la torsión repetitiva de la muñeca puede llevar a esta lesión. El diagnóstico de la epicondilitis pues tiene unos síntomas localizados muy característicos. Lo más habitual es sentir dolor en la zona del codo cuando sujetamos o agarramos algo y al levantar la mano con la palma hacia abajo. El dolor va en aumento con la actividad física y también puede aparecer sensación de presión en el codo, rigidez o incluso pérdida de fuerza. En resumen:
- Dolor en la parte externa del codo, sobre el epicóndilo.
- Dolor e impotencia funcional con los movimientos de extensión de la muñeca y supinación del antebrazo.
- Dolor a la palpación de la zona epicondílea y con acciones simples como elevar una botella o una jarra o tomar una taza de café, también en deportes, por ejemplo al ejecutar el golpe de revés en el tenis, pádel o bádminton.
¿Qué podemos hacer para prevenir la epicondilitis?
- Evitar las posturas prolongadas de extensión de muñeca, debido a que contribuye al acortamiento de la musculatura que se inserta en el epicóndilo.
- Evitar los movimientos forzados de pronación – supinación ya que ello contribuye al aumento de la tensión de los tendones que se insertan en el epicóndilo.
- Realizar ejercicios de calentamiento previo y elongaciones de los grupos musculares involucrados en los movimientos de flexión, extensión, pronación y supinación de muñeca, antes y después de la jornada de trabajo y /o práctica deportiva.
- Como alternativa, en casos puntuales, siempre indicada por especialistas, utilizar una epicondilera en las actividades que supongan una sobrecarga excesiva de los tendones de la región del codo.