
- Hay que evitar el uso de calzado que apriete demasiado.
- Para favorecer la circulación es importante dar baños de contrastes con agua fría y caliente, frotar los pies con crema o mover las piernas para estimular la circulación.
- También hay que evitar los cambios bruscos de temperatura o el calor directo de estufas o de bolsas de agua. Esto podría provocar la aparición de sabañones.
- Es interesante usar calzado que tenga una suela de goma que aísle nuestro pies del frío. Además así también evitaremos posibles resbalones cuando el suelo esté helado o mojado.