
Los síntomas que aparecen son piel caliente, elevada temperatura corporal y pulso acelerado, incluso puede llegar a perder la conciencia. Desorientación, confusión, irritabilidad, apatía, inestabilidad emocional, mareos, convulsiones, falta de coordinación, desmayo, coma, pudiendo llegar a la muerte.
La piel está seca, caliente y roja, puede presentar vómitos, cefalea, pulso débil, hipotensión arterial, llegando en algunos casos al daño renal, hepático, etc.
En este caso habría que avisar a los servicios sanitarios de emergencia y mientras llegan, enfriar al deportista con agua fría, apartarle del sol…y cuando recupere la conciencia, ofrecerle líquidos. Los deportistas no almacenan gran cantidad de agua durante su actividad física, por tanto es imprescindible que beban líquidos durante su ejercicio para que los mecanismos de regulación de la temperatura actúen correctamente y se genere la cantidad de sudor necesaria para enfriar el cuerpo.
- El golpe de calor es siempre un peligro en los deportes de verano, especialmente en carreras al aire libre y en el fútbol americano.
- El golpe de calor lo causa comúnmente una combinación de ambiente caluroso, ejercicio extenuante, atuendo deportivo que limita la evaporación del sudor, una insuficiente adaptación al calor, demasiada grasa corporal, y/o carencia de buena forma física.
- El diagnóstico temprano y el tratamiento rápido de un golpe de calor en desarrollo pueden salvar vidas.
La prevención del golpe de calor depende de la aclimatación, la hidratación, paso gradual, enfriamiento, y vigilancia. - El golpe de calor es una situación de emergencia médica. La fórmula para evitar la fatalidad es: enfriar primero y transportar al paciente después. Como conclusión, la hidratación en el deportista es imprescindible para lograr sus objetivos finales y que su rendimiento no se vea afectado.